Visitante

En mi calendario ya tengo marcados los días que van sin tenerte a mi lado...
Y en mi piel tengo marcados tus labios...

28 feb 2011

Un chupito de tequila

Un chupito de tequila por cada lágrima que derramé por ti todo este tiempo, otro por esa respuesta a mi carta que nunca llegará. Uno más por tu extraordinaria forma de hacer como si nada pasara, porque cielo, te mereces un Óscar.
Ni que decir que hay que tomarlo porque aunque este mes tenga 28 días, en un supuesto mañana cumpliríamos un mes desde ese "por lo menos tres años". Se me olvidaba que también deberíamos beberlo por todas esas promesas sin cumplir y por todas las expectativas rotas.
Un chupito de tequila por ese beso que me diste hace un mes en casa de una amiga, otro más por todos esos mensajes que me mandaste. Un chupito de tequila porque aunque hoy sea lunes me voy a coger un pedal de cojones.Y el chupito más importante de todos: este va por esa persona que ha dejado mi corazón por ahí rompiéndose. Va por mí también, porque después de todo esto no creo que vuelva a creer en mucho tiempo en esa mierda que todo el mundo llama AMOR, porque después de todo esto echo el cierre por reformas, porque después de todo esto... simplemente sé que querré una ronda más de chupitos de tequila.

27 feb 2011

Ahora


Recuerdo aquellas noches de final de verano en las que me mirabas fijamente a los ojos y sentía que había algo imposible. Recuerdo que me ponías roja y empezaba a tartamudear, porque me ponías nerviosa. Y entonces me dabas un beso en la mejilla y me calmabas.

Recuerdo que un día nos dejamos de hablar sin más, que dejamos de jugar y entonces nos perdimos. Recuerdo una noche en la que alguien me dijo que si alguna vez terminaba con la persona con la que estaba entonces, acabarías siendolo que más me importara.

26 feb 2011

Adicciones


"El caso es que la adicción nunca termina bien. Porque tarde o temprano, lo que nos haya tenido drogados… deja de hacer sentir bien y empieza a doler. Pero dicen que no mandas a la mierda al hábito hasta que caes en lo más bajo. ¿Pero cuándo sabes que has caído? Porque no importa cuánto daño nos esté haciendo algo. A veces dejarlo marchar nos duele más."

24 feb 2011

Posibles supuestos

La mayoría de las personas viven aterrorizadas por lo que sienten. Tienen miedo de lo que en un posible futuro podría pasar si hicieran algo impulsados por sus sentimientos. Desde muy pequeños nos enseñan que no podemos dejar que nuestros sentimientos nos dominen con frecuencia; de hecho, si hacemos algo impulsados por ellos somos vistos como los "malos" y por ello la mayor parte de las personas crecen con una cierta tendencia a callarse lo que sienten, a guardar sus sentimientos y a esconder aquellos impulsos que podrían cambiar muchas cosas si en un posible supuesto llegaran a realizarse.

23 feb 2011

760 palabras

Hace un par de semanas te decía que cuando hablaba contigo sentía que desaparecía. Esta semana, me toca decirte que siento que me estas rompiendo. Me rompes cuando hablo contigo porque me tengo que tragar todo lo que siento para no cagarla, para que no te vayas. Me rompes y haces que mi Yo malo salga de nuevo. Y no quiero volver a ser una mala persona porque la mala persona que era ya la he dejado atrás. Me estoy cansando de que me rompas en todo momento, me estoy cansando de todo esto porque me he pillado por ti pero hay otra persona estupenda esperando a que le dé una jodida oportunidad para demostrarme que es lo que necesito. Y pasa que no puedo darle esa oportunidad porque te quiero a ti y necesito tiempo para sacarte de mi vida. Lo triste es que tenga que hacerlo.


Hace relativamente poco tiempo yo era una persona con planes. Me había pillado y eso hizo que yo cambiara. Quería despertarme todos los días con la sonrisa de mi chica y que nada me importara tanto como su felicidad. Quería enseñarle lo que era, lo que me gustaba, lo que me enfadaba. Quería mirarla a los ojos y saber que era ella todo lo que necesitaba. Pero algo cambió y mis planes desaparecieron. De pronto un día de junio apareciste tú y mis planes volvieron. Pero no eran los mismos. Me volví a pillar, me estaba pillando y me rompiste. La elegiste a ella, decidiste elegirla y mis planes tuvieron que desaparecer.

21 feb 2011

Primer intento

Cuando hablamos te enseño otra parte de mí que sólo dejo que tú escuches, que tú leas. Me convierto en la chica que piensa en ti, que se ralla por ti, que te quiere a ti. Y por otro lado está la chica divertida, la de las grandes paridas, la que escribe por todos y no sólo por ti. Cuando te hablo, porque normalmente tengo que hablar yo, siento que la primera le gana terreno a la segunda. El caso es que no saber qué quieres, hace que exista un desequilibrio entre las dos personalidades y hace que mi segundo yo desaparezca. Y lo siento así, siento que desaparezco cuando te hablo.

20 feb 2011

Mundos y hojas de papel

Locuras que jamás me atrevería a decir en alto. Y mirar el mundo de otra forma cuando tú por fin te decidas a mirarme a los ojos. Tú que eres la locura más grande de todas, por la que hubiera movido cielo y tierra. Sólo por ti, porque tú eras el motivo que me movía entre la desesperación de ser o no ser... aquello que éramos. Vivir es lo único que me queda sabiendo que tal vez nada cambie ahora, que todo se ha perdido en tus ojos y en los míos...

Locuras que te hubiera susurrado a al oído. Y poder darte un beso a media luz. Suponer que sólo se quedará en la mente... será mi forma de decir que pudo haber algo, aun cuando sé que no debería pensarlo. Porque siento el fin del mundo cuando te pienso. Porque es una locura... locura es quererte a través de mundos y hojas de papel.

19 feb 2011

El dolor


Hay momentos en los que la gente nos para el tiempo. Sentimos que el aire ya no hincha nuestros pulmones y, en los casos extremos, el corazón deja de latir durante unos segundos. Todo se ha parado en ese momento y lo único que nos preguntamos es: «¿Por qué?» Cuando esto pasa por algo que nosotros mismos consideramos como algo bueno, deseamos seguir así, sin la necesidad del aire o de los latidos del corazón porque nos sentimos demasiado a gusto al olvidarnos de nuestro propio peso. Pero cuando es algo malo, nos sentimos pesados, nos ahogamos aunque sólo hayan pasado unos segundos y es como si incluso respirar doliera, y sin embargo tenemos que hacerlo si queremos vivir. Todo se para demasiado tiempo y nos duele como si nos estuvieran dando una paliza entre veinte de la que no podemos defendernos y no podemos hacer nada más que mantenernos en pie. Y cuando todo acaba, cuando ya sólo nos queda respirar con normalidad tumbados en el suelo, sigue doliendo, y hacemos que todo vuelva a nuestra mente a velocidad normal. Cuando todo va bien, deseamos que no se acabe nunca; inevitablemente la idea de no necesitar todo un mecanismo complejo para vivir, nos atare. Cuando las cosas van mal, deseamos que pase rápidamente, que deje de dolernos para poder vivir con todo ese complejo mecanismo.

17 feb 2011

Hay noches...


Hay noches en las que apenas puedo dormir. Me duermo, pesadilla, me despierto… y así sucesivamente. Demasiadas cosas en las que pensar, demasiadas...

Lo que más me jode es tu recuerdo. Me jode porque ahora es como si no supiera vivir si no es a tu lado, es como si no pudiera ver el mundo si no es con tus ojos, es como si no existiera nada antes de que aparecieras. Y me jode. Es tan simple la forma en la que haces que me enganche a ti, que me resulta estúpido.

Es tan absurdo cómo hay noches en las que lo único que intento recordar es tu sonrisa y tus ojos, en las que intento recordar cada milímetro de tu cuerpo que recorrí con mis manos, en las que intento recordar el sabor de tus labios… y es como si pudiera tenerte otra vez a mi lado, otra vez junto a mí, con tan sólo cerrar los ojos.


"No quiero necesitarte...porque no puedo tenerte"  
Eso te diría mil veces a ti por teléfono, y otras mil a mí en mi cabeza para confirmar que esto es todo una locura que no somos capaces de cortar por lo sano. ¿Pero de que nos serviría cortarlo? Siempre estarían las conversaciones guardadas, los comentarios, los privados, las noches hasta las tantas y todas las cosas que "odiamos" de la otra haciendo que todo sea posible, haciendo que sea real. Y sí, te odio por hacer que cada día por las mañanas piense en ti, por hacer que cuando veo a aplatanados por Madrid siga pensando en ti, por hacer que te haya enviado mi bandera, por hacer que pierda el norte totalmente al escribirte esto... y sin duda por lo que más te odio es por hacer que te quiera como te quiero ahora.

Alguien

-Una vez conocí a una Persona muy… especial. No sabía nunca que era lo que quería... hasta que se pilló. Se puede decir que esa Persona era un caso extraño de embotellamiento compulsivo en sí mismo. Pero sinceramente, creo que ese no era su único problema... Se consideraba mala persona, era algo que le comía mucho el coco, había veces que incluso no podía dormir noches enteras dándole vueltas a ese pensamiento. Dos intentos de suicidio, varios comas etílicos, coca a montones y algunas cosas sueltas más de las que me llegué a enterar, son algunos de los motivos por los cuales no se consideraba buena persona. Sin embargo, llevaba una vida normal con muchos de sus amigos y su familia. Aunque es cierto que hay algunas personas que saben llevar bien eso del dolor sin que nadie lo note. Bueno, a la Persona, según yo, le faltaba algo, un motivo para sentirse una persona completa, y en realidad, más que algo, alguien. Sí, sí, alguien a quien cuando miras sientes que lo tienes todo y no necesitas más… alguien con quien despertarse por las mañanas y que sea lo primero que ves… alguien que esté ahí cuando sientes que todo va mal, pues eso, alguien. Y después de mucho tiempo llevando ese tipo de “vida”, encontró a Alguien.

16 feb 2011

El último

Nunca sabemos cuándo será el último beso con esa persona. Siempre pensamos que habrá más y no le damos importancia. Pero a veces si todo se va a la mierda demasiado deprisa y preguntas a las personas cómo fue el último beso con su ex, el 95% responderán que no se acuerdan. Pues digamos que yo pertenezco a ese 5% que sí que lo hace, y aunque lo lógico sería “alegrarse” en cierto modo por ello, a mi me mata cada vez que recuerdo la última vez.

-Te quiero
-¿En serio?
-En serio…
-Yo también a ti…

Ya había olvidado porqué me enamoré de ti hasta que llegó el día del último beso. Recuerdo que ese día me miraste a los ojos y sabías lo que quería, después de todo, no somos personas a las que les guste hablar. Luego te abracé y te dije al oído, muy bajito, que te quería. Me abrazaste más fuerte y me dejaste sin respiración. En ese momento volvía a mi mente los recuerdos de tantos meses y recordé las tardes en las que me esperabas en Embajadores para irnos a casa, cuando apoyabas tu cabeza en mi hombro y te dormías y el pensar que no era lo suficiente buena persona para ti, porque después de todo, tú fuiste quién me recompuso cuando yo estaba rota, tú hacías que me sintiera mejor persona. Y te diste cuenta de que, como siempre, estaba pensando demasiado, así que como siempre, hiciste que dejara de pensar con un beso. Eran las 22:18 del 15 de julio de 2010, todavía no quería que te fueras y mi habitación estaba en silencio. Olías a Amor, Amor y llevabas puesta esa camiseta que te regalé cuando cumplimos 3 meses que te sentaba tan bien, unos pantalones cortos negros y unas sandalias que te ayudé a escoger un día que fuimos de compras. Y cuando consideraste que ya había dejado de pensar, separaste tus labios de los míos, me miraste de nuevo y te tumbaste en mi pecho para escuchar si mi corazón latía. Y lo hacía, lo hacía tan aceleradamente como aquellos días de diciembre en los que había perdido totalmente la cabeza por ti. Me apretaste la mano y me besaste otra vez, pero fue un beso rápido, de los normales… como si fuéramos a hacerlo más veces.

Lo necesito, te necesito

Cuando creo poder tenerte en mi mano, te escapas tan rápidamente que no me basta decir que en un abrir y cerrar de ojos ya has huido. Eres completamente impredecible. Porque cuando lo lógico es que salgas por el norte, tú, contracorriente, sales por el sur y me dejas sin palabras. Y por primera vez sentí que no existía las palabras cuando te vi venir hacia mí aquel viernes por la tarde en la Universidad, con una mano en el bolsillo de tu pantalón y la otra diciéndome “¿eres tú… de verdad lo eres?” y mirándome de reojo con una sonrisa en los labios. Lo mejor de todo es tu sonrisa porque no es exageradamente positiva ni negativa, es tu sonrisa… simplemente única.

15 feb 2011

Te tengo a las seis

Buenos días (me sonríes)... ¿Ya estás mejor? (tú contestas) Me alegro (silencio)... Bueno, hasta pronto... (me doy la vuelta, doy dos pasos, pero luego regreso hacia a ti) ¡Eh! Espera, no te vayas... Esto... He pensado que era buena idea decirte que hoy es un día soleado. Así que deja ya de creer que está lloviendo. Porque hoy es un día soleado. El cielo está despejadísimo, ya no hay más tormentas. Vive, por favor, vive. Porque no es fácil verte así. Es más, no me creo que te esté viendo así. No soy nadie en tu vida, lo sé. Perdí el derecho a decirte nada hace algún tiempo... pero ahora mismo, creo que te tengo a las seis. (Más silencio) Lo siento, y bueno ahora sí, hasta pronto. (Me detengo, pero no es por mí, sino por ti) Oye, esto no es una buena idea, pero tampoco puedo detenerte ahora. (El silencio ha terminado en tus manos).

Días

Hay días en los que puedes pensar que es mejor quedarse en la cama. De la cama al sofá y del sofá a la cama. ¿Para qué más? Son los típicos días en los que todo va al revés. La verdad es que hay personas que viven todos los días al revés, o al menos eso dicen. Sólo hay una cosa buena de vivir los días al revés: en cuánto vives más de dos días así, te acostumbras al ritmo y los días siguientes, son menos… difíciles.
De pronto pasamos de correr a caminar, y caer significa levantarse. Una lágrima produce alegría y el desaliento, fuerza. Sí, todo es cuestión de acostumbrarse. Pero nos cuesta. Claro, es fácil acostumbrarse a una pelea sin fundamentos o al silencio compulsivo… pero no es fácil acostumbrarse a caer por la derrota, a sentir el fracaso, al sinsentido. Las personas que se acostumbran a eso crean la común burbuja de… vidrio, si fuera de cristal sería mucho más frágil. Dentro de esa burbuja crean el mundo, su mundo y se comienza a experimentar el no sufrimiento ajeno, el no sentimentalismo.