EMQLA

ESAS RISAS

Al final de la primera noche nos cachondeábamos de las cosas que se nos pasaban por la cabeza. Y cuando me despedí de ella le pedí su número de teléfono un poco descaradamente para acordarme de ella al día siguiente. No dudó en dármelo, es más, lo hizo como el que se lo da a un compañero de siempre.

—   Eres tú que me lías a mi jum.

—   Pero te mola que te lie.

—   Sabes que no.

—   Seh  claro, lo que tú digas cielo.

—   Llevas 20 minutos demás... lalala soy maravillosa.

—   Jajaja ¡te odio! Jajaja.

—   Lo sé. Pero fijo que mañana te vas a acordar de mí. Aunque sea odiándome.

—   Si me das tu número, más XD

Y sin planearlo, me acordé de ella al día siguiente. Por la tarde estando con Juan y Sandra en el Jardín Botánico, de pronto en uno de los invernaderos… plaf:

Qué razón tenía sin saberlo. Fue la primera vez que la recordé. No habían pasado más de 24 horas y su recuerdo ya me estaba persiguiendo… han pasado demasiados meses desde aquella primera vez y todavía lo sigue haciendo. Y a veces me planteo que tal vez debería odiarla, pero no me sale.

Aquel domingo Cris y yo fuimos al cine a ver The last song en la sesión matinal. Era nuestra sesión favorita porque podíamos disfrutar de la sala casi para nosotras solas, sin los incómodos ruidos de los típicos tocanarices de la última fila o de esos que miran de reojo para ver hasta el más simple detalle que teníamos. Y es que a veces es un agobio tener a gente respirándote en la nuca cuando quieres besar a tu chica o, en mi caso, a mi ex.

¿Sabéis? A pesar de que ella ya no está más conmigo, que no está más en Madrid, siempre que veo que hay un buen estreno me escapo a TresAguas a la sesión matinal de los domingos para recordarla a ella, a sus ganas de comer palomitas dulces desde temprano y su olor a Amor, Amor. Y si, posiblemente, la esté echando muchísimo de menos ahora.

Como esperaba la película le tocó la fibra sensible a Cris, ella siempre tan… ella. Le gustaba decirme «Me gustan las películas que emocionan, esas que aunque no lo vives, aunque puede que sea todo ficción, hacen que te emociones. A veces es bueno que algo externo a ti haga explotar todo ese flujo de sentimientos que tienes y que tus emociones exploten». En verdad, no era una chica que se encuentra todos los días: casi tan imposible como que la que va a las rebajas y encuentra una camiseta, pantalón, sudadera, etc. Que sea la adecuada. Y a pesar de que estaba con Cris y que lo era casi todo para mí aún, esa mañana solo deseé recordar esa primera conversación con aquella chica a dos mil kilómetros de mí.

—   Te acabo d dar un toque, ¿eh? Chao. Besos.

—   Pues yo no sentí nada lalala… ¡ah al móvil!

—   Jajajajajaja — menuda loca…— ¿Dónde te creías que era el toque?

—   ¿Tú no te ibas a dormir desde hace rato?

—   Sí… — y dije una gran verdad: — pero tengo una canaria que me vuelve loca.

Me sentía bien al lado de Cris; quiero decir, habíamos roto, pero sabía que podía seguir contando con ella para todo, sabía que era mi amiga, que no me iba a faltar nunca en ese sentido…
pero luego estaban los momentos en los que sobrepasábamos la línea de la amistad y acabábamos enrollándonos. Lo único bueno, es que sabíamos que podíamos hacer eso sin que luego nos atacara ese sentimiento de culpabilidad de exs que nos dice «La has cagado… has pasado el límite y ahora a saber qué puede pasar». En verdad era fácil saber que iba a pasar:

—   ¿Estás bien?

—   Sí… no te niego que al principio se me hiciera extraño, pero me he acostumbrado a esto.

—   Siempre habrá momentos en los que me hagas caer…— y la verdad, a veces los odiaba — y no sé cómo parar.

—   Lo sé… yo creo que es una cuestión de costumbre. Pero, como tú dices, así estamos bien, ¿no?

—   Sí… lo siento, ha sido una paranoia mía del momento…

No me preocupaba el amor; le dije «No» en sus narices y me había cerrado en banda a sentir nada o a preocuparme por ese tema… incluso  aunque Cris estuviera de por medio. Me daba totalmente igual que el amor pudiera estar delante de mí y no aprovecharlo, me daba lo mismo que pudiera tocarlo por las noches, que me despertara a su lado, que me mirara directamente a los ojos… era simple, lo había decidido: pasaba de él y sus movidas… porque era lo último que necesitaba ese verano, o eso pensaba. Era feliz, o al menos eso quería creer. ¿Quién me iba a decir a mí que ocho meses más tarde descubriría que la felicidad se podía ver, tocar, oler o besar?… y sobre todo, ¿quién me iba a decir que la felicidad tenía nombre y apellidos?

A pesar de que tenía una cierta libertad condicional con el tema instituto, de que tenía a mis amigos, a Cris y todas esas pequeñas cosas que hacían que mi mundo funcionara… a pesar de todo, sentía que me faltaba algo, que había algo que necesitaba y no tenía y lo peor de todo era que no sabía lo que era, o al menos no quise saberlo en ese momento…

—   Canaria — así, simple y sencillamente, la llamaba al principio — ya han pasado los 10 minutos…

—   Por mi reloj falta un minuto y medio jum.

—   Jajaja. Todo al milímetro ¿eh?

—   Que todavía se contar jajaja

—   Jajaja

—   Chos… y yo todavía me tengo que duchar y buscar la ropa para mañana bajar a la ciudad a comprar unas cosa para clase por la mañana. Chiquitas ganas…

—   Joder…

—   Me levanto a las 10 menos algo, cojo el bus que aquí lo llamamos guagua jajaja
y al mediodía vuelvo para casa.

—   Jajajajajaja — en realidad no quería irme aquella noche — ¿ya?

—   No…

—   Que han pasado tres minutos ¿eh? XD

—   Mentira... Jajajajajaja

—   Jajaja

—   Mis minutos son más largos lalala.

—   Menuda conversación XD.

—   Son minutos Carmi XD.

—   Jajaja

—   Un minuto Carmi son como 10 normales de Madrid lalala.

Lo que a veces ocurre es que las personas que menos esperamos, son las que dejan una huella enorme en nuestras vidas…

—   Bueno y ¿ella es mayor que tú?

—   Sí, ella — ella, para quién no lo haya pillado era su novia — tiene 18.

—   ¡Oh! Te van las mayores jajaja.

—   Jajaja la persona más pequeña con la que me he enrollado tiene 17 XD

—   Madre mía…

—   Jajaja :P

—   Qué tía…

—   En realidad te encanto... reconócelo :$

Aquellas que menos esperamos son las que, en mayor o menor medida, dejan nuestras vidas como muchas de nuestras habitaciones: calcetines por allí, camisetas por allá, los pantalones que nos probamos antes de salir en la cama, el abrigo encima de la silla del escritorio… en resumen, lo que quiero decir es que esas personas, las inesperadas, son aquellas que vienen y nos descolocan el corazón.

—   ¡Ah! ¿Pero es que tú alguna vez has estado bien? :-O Jajajajajaja

—   Qué va, en la vida he estado bien XD

—   ¿Tú no sabes que un amor se olvida con otro? :P — menuda cosa, ya me lo estaba mencionando…

—   Lo sé.

—   Hay que ir cambiando, la monotonía aburre.

—   Por eso has tenido tú que aparecer en mi vida — jajaja sin saberlo en ese momento, esa es una de las verdades más grandes que diré nunca.

—   Hay que conocer gente nueva. Fijo que en dos noches te he hecho sacar aunque sea una sonrisilla :$

Me hacía falta. Lo mínimo, pero me hacía falta. Porque podía tener un día de perros o como cualquier otro, pero sólo tenía que esperar a conectarme en el MSN, buscarla para saber si estaba online y desear que ella lo cambiara por completo durante unos minutos con su forma de ser.

—   Sueños de cristal (L) ¡¡Temazo!!

—   Tú y tus temazos XD. Lo he escuchado ya…

—   Ese tema rompe a cualquiera XD

—   Jajaja. De Blaze me hicieron escuchar esa y Mi historia de amor.

—   ¡Dios! Mi historia de amor es increíblemente increíble.

—   Lo sé, lo sé (L)

—   Sueño ser tu sueño y vivir siempre en tu memoria…

—   Quiero besar tu cuello y bajar a tu cadera provocarte sensaciones que ni la primavera…

—   Eso lo tenía yo puesto en el Tuenti hace tiempo jajaja

—   Jajaja. Te leo los recuerdos XD — quizás sin darme cuenta quería mucho más que eso…

—   Jajajaja. Sí XD

—   Bueno canaria, me piro a la ducha.

—   Psss. Abandonándome siempre… ¡¡Votada!!

—   ¿?

—   Joder que tú eres de la península... hablar contigo es un rollo XD

—   Jajaja vale ¿eh?

—   Parezco una pija XD

—   Jajaja,

—   Psss. Te voy a enseñar a hablar como los canarios a ver si así nos entendemos. Siempre me abandonas (U)

—   Jajaja pues vale, enséñame a hablar como los canarios XD

—   Ahora no quiero jum. Me abandonas y después quieres que te enseñe…

—   Jajaja sí que quieres y lo sabes.

—   ¬¬ ya claro, ¿y qué más?

—   Jajaja qué tonta eres XD. Bueno, ¿entonces me enseñas o no? XD

—   No jum.

—   Vale jajaja. Entonces me voy a la ducha.

—   ¿¿¿Te acompaño??? Ah no, que no puedo XD

—   Jajaja.

—   Mi religión no me lo permite.

—   Jajaja mi religión si te lo permite XD

—   Jajajajajaja qué más quisieras lalala…

Recuerdo que al principio me hizo mucha gracia conocer a alguien tan peculiar como ella. ¿Alguna vez habéis conocido a alguien que por fuera parece de lo más común pero por dentro no es nada de lo que habíais imaginado al comienzo? Pues algo así me pasó con ella. Porque al principio sólo me dejó ver que era la típica chica graciosilla pero al final… no era sólo eso.

Sólo era una chica más, estaba en Tenerife, hacíamos el tonto de vez en cuando para echarnos unas risas y luego… luego las cosas no acaban como una espera… casi nunca. Porque ese verano que me lo iba a dedicar a mí y a pillar por todas partes, se convirtió en el que me pillé como nunca lo había hecho antes, porque las cosas que nunca pensé decir a nadie se lo dije a ella, porque la chica en la que esperaba encontrar una amiga, se convirtió… en lo más importante para mí…

—   En fin canaria, me piro a la cama (¿me acompañas?).

—   Jajajaja. Venga :P… oye, una cosa…

—   Dime.

—   ¿Tú cuando hablas utilizas el vosotros? :-O

—   Sí, ¿por?

—   Ostias que raro jajajajaja. Aquí no usamos eso, aquí se dice ustedes.

—   Jajajaja qué bueno jajajaja

—   Jajajaja.

—   Bueno, me acompañas a la cama, ¿no?

—   Sí, sí. Vete yendo que ahora mismito voy yo :P

—   Jajajajaja ¿eso si te lo permite tu religión?

—   Claro jajajaja.

Y hay noches, mientras escucho Impossible de Shontelle, en las que echo todo esto de menos…